Casi todo el mundo sabe muchos reptiles y algunos anfibios cazan sus presas atrapándolos con su lengua. Sin embargo, es la lengua del camaleón la que se lleva el premio a la más rápida, la más larga y la más elástica. Esta peculiar familia de lagartos ha desarrollado, a lo largo de milenios de evolución, un mecanismo digno de un premio al ingenio.
¿Cómo cazan los camaleones?
El camaleón es como un francotirador. Espera invisible, con una paciencia infinita, a que su presa se ponga a su alcance. Y es que, la gran mayoría de estos reptiles se camuflan tan bien, que podríamos estar en frente de él y no darnos cuenta. Arquean su cuerpo y se mueven suavemente, como una hoja al viento.
Recordando el dicho «Lento como una tortuga», casi, casi, podríamos sustituir la tortuga por un camaleón. Bueno, no del todo, porque cuando esa presa a la que lleva horas esperando con paciencia entra en su alcance, el camaleón lanza su lengua a una velocidad vertiginosa. Así atrapa a su víctima antes de que ésta pueda reaccionar.
Y es que, algunos camaleones cazan presas que pueden llegar a pesar un tercio de su masa. Hace falta mucha maña no sólo para golpear la presa, sino también para metérsela en la boca.
El secreto de la lengua del camaleón
Como decía antes, los camaleones han evolucionado para ser unos de los francotiradores más mortíferos de la naturaleza. Disparan su lengua usando un complejo mecanismo en el que intervienen varias características clave.
Un «tirachinas» en la boca del camaleón
Para ser claros, la primera parte de este mecanismo funciona como un tirachinas. Los camaleones tienen en la base de su boca unos huesos en forma de V que al preparar el disparo se tensan acumulando energía. Esto junto a otro hueso sobre el que se despliega la lengua al principo forma la parte rígida.
Una estructura telescópica que se carga como un muelle
La lengua del camaleón está muy musculada. Todos estos músculos trabajan al unísono para atrapar la presa. Al visualizar la presa, la lengua se contrae y se encaja acumulando inmensas cantidades de energía cinética. Con esto, al dispararla, el camaleón consigue una aceleración que, en las especies más pequeñas llega a ser de 264 veces la fuerza de la gravedad.
Y, esto no es todo. Lo del francotirador también se refiere a la distancia. Los camaleones tienen una lengua que, según la especie, puede llegar a ser un poco más larga que todo su cuerpo. ¿Te imaginas sacar la lengua y rozar el suelo con ella? Eso es cuando está relajada, pero al ser disparada con esa fuerza titánica, la lengua estirada de algún camaleón mide hasta 2,5 veces su longitud. La responsable de esta elasticidad es una proteina muy famosa, el colágeno.
La lengua del camaleón tiene el poder de succión de una aspiradora industrial
Claro, no todo es llegar y golpear. Hay que traerse la comida a la boca. La lengua del camaleón, forma una ventosa en su extremo. Gracias a su forma telescópica, al golpear la presa, la ventosa se ensancha y atrapa con fuerza a la víctima. Después, el depredador vuelve a recoger la lengua con un gran espasmo muscular y ya sólo le queda masticar y engullir.
Por lo normal los camaleones se alimentan de insectos. Sin embargo, las especies más grande son capaces de cazar pequeñas lagartijas, ratones o crías de algunas aves.
Vídeo a cámara lenta de un camaleón cazando
En este alucinante vídeo puedes ver como un camaleón pantera atrapa a su presa a cámara lenta (ralentizado 60 veces)
¿Qué te parece toda la ingeniería que hay detrás de la lengua de un camaleón?
¿Te imaginas con una lengua tan larga como para poder llegar a tocar el suelo con ella sin agacharte?