La capacidad de cambiar de color es sin duda la característica más conocida de los camaleones. Probablemente, tú también tienes en la cabeza esa imagen de un camaleón que adopta en su piel el colorido patrón de un mantel de flores o quizá el de una camisa de cuadros. Claro, esta habilidad de modificar el color de su piel es tan rara que por qué no pensar que podrían adaptarse a cualquier color o patrón y que se fijan en su entorno para hacerlo. Pues, la razón por la que un camaleón cambia de color es un poco más complicada que decir simplemente, que son los maestros del camuflaje.
No todos los camaleones cambian de color
En el mundo hay más de 170 especies de estos peculiares reptiles. Y sus diferencias son tan grandes, que si no fuera por lo característicos que son sus rasgos comunes, sería difícil creer que son parientes tan cercanos. Dependiendo de cada especie, e incluso de cada individuo, la capacidad de cambiar de color de un camaleón cambia. Así que, hay especies que pueden adoptar casi cualquier color del arcoiris y otras en las que este cambio de color es prácticamente imperceptible.
¿Y cuál es el truco con el que un camaleón cambia de color?
Resulta que los camaleones tienen en las capas externas de su piel, unas células llamadas cromatóforos. Estas células son las que les dan a estos animales su habilidad más conocida. Los cromatóforos contienen en su interior pigmentos que, cuando se reorganizan, hacen que la piel del camaleón adquiera tonos más oscuros o más claros. Por otro lado, dentro de estas células hay cristales que se reorganizan a modo de un espejo selectivo para ayudar a adoptar al reptil los colores más vivos.
La explicación completa de esto la dan unos científicos de la universidad suiza de Ginebra en la revista Nature (en inglés).
¿Camuflaje sí, o camuflaje no?
Lo primero, en Youtube hay algunos vídeos con camaleones paseándose por encima de cosas de diferentes colores y cambiando al instante de color. Son falsos, los camaleones no cambian, ni mucho menos, tan rápido de color.
Segundo punto, los camaleons son maestros del camuflaje, lo niegue quien lo niegue. Para confundirse con su entorno usan otras herramientas que no son el cambio de color. Los que hayan podido observar a alguno de estos lagartos deberían entender a lo que me refiero. Es muy difícil verlos. Normalmente su escamosa piel es del color de su entorno. Además de eso, su forma y la manera que tienen de moverse hacen que un ojo inexperto pueda confundir fácilmente a un camaleón con el paisaje. Se mezclan perfectamente entre las hojas y las ramas de los árboles y matorrales en los que suelen habitar.
Cambiar de color es una especie de idioma camaleónico
Ya sé que suena raro, pero es que igual que los humanos muchas veces nos comunicamos con gestos, al camaleón el cambio de color le sirve, principalmente, para «hablar» con otros de su especie. Para entender esto mejor, hace falta un dato curioso sobre estos lagartos. Son básicamente sordos, carecen de oído externo y sólo son capaces de sentir sonidos de muy baja frecuencia. Así que, la manera que tienen de decirse dos camaleones lo que piensan el uno del otro, es cambiando de color. De esta manera, expresan sus emociones y sus intenciones a los demás de su especie.
Sin embargo, cuando quieren estar tranquilos, mientras esperan a su presa o descansan, adoptan el color de su entorno. Ese color no cambiará hasta que el camaleón quiera, por ejemplo, aparearse con otro ejemplar o, por lo contrario, quiera echar a un invasor de su territorio.
Camaleón cambiando de color en vídeo
En este vídeo se puede ver a un camaleón cambiando de color al encontrarse con otro reptil.